Iniciamos un nuevo curso, y aunque hemos empezado algo tarde, lo hacemos con muchas ganas e ilusión.
A principios de curso, como sabemos, hay dispariedad en las actitudes de los alumnos. Vienen alumnos con ganas, felices, otros no quieren venir.. otros lloran, se enfadan, por lo que es conveniente conocer a cada uno de ellos.
Para ello, estamos elaborando un EMOCIONARIO.
Este emocionario o diario de emociones, nos va a ayudar a comprender el estado en el que los alumnos llegan por la mañana. Puede ser que hicieran algo maravilloso, el día anterior, y que lleguen felices y contentos a clase; puede que vengan un poco enfermitos o enfadados con hermanos o padres.
Todo ello influye en las ganas de aprender de cada uno de ellos, por lo que es importante saber sobre sus emociones.
Uno de los objetivos que perseguimos es que el alumnado sea capaz de expresar emociones, sentimientos, deseos e ideas a través de diferentes lenguajes y poder ir
formando una imagen positiva y ajustada de sí mismo, conocer sus estados y reacciones.
Podemos introducir la actividad haciendo una serie de preguntas:
1. Preguntamos sobre los estados de ánimo.
2. ¿En qué estado nos encontramos en este momento?
3. ¿Qué estado de ánimo prefieres? ¿Cuál no te gusta?
5. ¿Podeis decirme el estado de vuestro compañero?
Para realizar el Emocionario, hemos buscado en internet diversas caras, con diferentes expresiones que indican cada uno de los estados. Luego, las hemos dibujado, coloreado, recortado y plastificado.
Una vez plastificadas, hemos escrito en un folio los nombres de cada uno de los estados: Triste, feliz, enfermo, bromista, enfadado, aburrido, tímido, sorprendido, llorando, etc...
Para trabajar con ellas, hemos puesto boca abajo cada cara y cada nombre, de forma que el alumno asocie cada cara con su nombre pero de una forma más divertida. De esta manera, trabajamos la memoria y atención de manera paralela a la actividad principal.
Una vez realizadas diferentes actividades, elaboramos el cartel del EMOCIONARIO.
Los materiales que hemos utilizado son: cartón, cinta aislante para decorar y velcro.
Como podeis ver, es simple y fácil y podeis hacerlo perfectamente con todo el alumnado.
Ahí tenemos las caras con la que hemos llegado, tanto mi alumno, como yo, a clase esta misma mañana y también se pueden observar las dos preguntas clave de la actividad:
¿Por qué? y ... ¿qué ha ocurrido?
A partir de aquí, se creará un espacio de debate, reflexión, dónde responder a la problemática, si es que la hay, del alumno en ese momento.
Imaginemos que el alumno llega triste y preguntamos...¿por qué? ... ¿qué ha ocurrido?.. El alumno contará si ha tenido alguna situación que le haya provocado tristeza...y se intentará resolver en grupo.
Los materiales que hemos utilizado son: cartón, cinta aislante para decorar y velcro.
Como podeis ver, es simple y fácil y podeis hacerlo perfectamente con todo el alumnado.
Ahí tenemos las caras con la que hemos llegado, tanto mi alumno, como yo, a clase esta misma mañana y también se pueden observar las dos preguntas clave de la actividad:
¿Por qué? y ... ¿qué ha ocurrido?
A partir de aquí, se creará un espacio de debate, reflexión, dónde responder a la problemática, si es que la hay, del alumno en ese momento.
Imaginemos que el alumno llega triste y preguntamos...¿por qué? ... ¿qué ha ocurrido?.. El alumno contará si ha tenido alguna situación que le haya provocado tristeza...y se intentará resolver en grupo.
Por Carmen Ligero
